TL;DR
Depende, cada persona es distinta y empieza en un lugar distinto. No menos de un par de meses si tenés el nivel, y de ahí para arriba. Depende mucho también del examen que elijas (por eso te recomiendo que, dentro de lo posible, elijas el que se adapte mejor a tu perfil).
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Como dije otras veces, primero me parece importante decidir si necesitás rendir un examen internacional; eso, a su vez, te va a responder la pregunta de por qué necesitás rendirlo, y eso, a su vez, te va a indicar qué examen te piden, o qué opciones tenés, y dentro de estas, te conviene algo que —en lo posible— se adapte a tu perfil. Al final de todo eso, vas a poder saber un poco mejor cuánto tiempo necesitás prepararte. Todos esos elementos (y otros que te menciono más abajo, y otros que seguro se me pasan por alto) son necesarios para responder la pregunta: ¿Cuánto tiempo necesito para prepararme?
Algunos aspectos a tener en cuenta:
Depende de dónde empieces
Cada persona es distinta, tanto en dónde empieza, como en la velocidad que puede alcanzar, la facilidad que tiene, la capacidad de aprendizaje, las horas disponibles de práctica y estudio, la capacidad de concentración, el nivel de inglés, el nivel académico, la experiencia laboral, la edad, formación técnica, académica, formal, informal, etc. La lista sigue, y parece vaga, pero a la vez, es en realidad muy precisa; tanto, que sólo te aplica a vos.
No es fácil responder todas estas preguntas y ponerlas en una ecuación que te dé un número que te resuelva la pregunta («Ah, listo, necesito seis meses y medio para prepararme!»), pero pensar en esto y tratar de entender quién es uno realmente, ayuda mucho. De nada sirve, por ejemplo, poner metas de seis meses, que requerirían diez horas de estudio y práctica por semana, si yo sé que siendo realista no puedo meter más que cuatro horas semanales, tal vez cinco, a lo sumo seis.
Tu perfil y el del examen
Del mismo modo, no es lo mismo un perfil que otro, esto tiene que ver también con los resultados que podés esperar, y el tiempo necesario. Si tenés estudios universitarios es más fácil hacer TOEFL que si no los tenés; es mucho más fácil rendir un BEC si tenés años de trabajo en empresas o negocios, que si es tu primer contacto.
Como ya sugerí, reconocer el perfil del postulante y del examen, y maridarlos si se puede, es un paso fundamental. Si no se puede, entonces es posible que debas considerar más tiempo, porque el examen es más difícil para un perfil como el tuyo.
Facilidad con la lengua y las reglas
Algunas personas tienen facilidad para aprender idiomas, y otras no, igual que con cualquier cosa. Y algunas personas pueden aprender y seguir reglas y estructuras mejor que otras.
Estos exámenes, como ya mencionamos, tienen muchas reglas y formatos y cuestiones que son propias, y son importantes, y son inevitables. Si nunca escribiste un ensayo, o nunca hiciste un listening en una sola pasada, es probable que aprender te lleve un tiempo, por más que tu nivel de inglés sea bueno.
Los niveles más avanzados, además, requieren gramática y vocabulario que muchas veces excede el que puede tener alguien que no tuvo educación formal. Las series y las canciones son grandes fuentes de sabiduría, pero en estos exámenes se requieren sólidos conocimientos de gramática y vocabulario avanzado para llegar a las mejores notas. Hay que agarrar los libros, y estudiar.
Tiempo disponible para practicar y estudiar
El principal elemento a la hora de estudiar (o, más específicamente, aprender) es la cantidad de horas/silla. No hay otra.
En realidad sí hay otra, porque algunos procesos no pueden apurarse, y la relación entre tiempo y resultados no es siempre lineal, pero sin dudas, a más tiempo, mejores resultados.
Tenemos la tendencia de medir los tiempos en días o semanas cuando se trata de exámenes y estudio, pero en mi opinión, se trata más bien de horas. Un día es una medida muy vaga para estudiar. Tres horas por día es una medida mucho más útil, pero a su vez, difícil de lograr. Veinte horas por semana tiene mucho más sentido.
Un examen completo lleva entre dos y cuatro horas; un escrito no te lleva menos de cuarenta minutos, igual que un listening. Estudiar, practicar y aprender vocabulario, o gramática, ¿cuantas horas te lleva? Son todo horas, que tenés que calcular primero. Después, tenés que ver cómo distribuirlas en la semana, siendo realista; y finalmente tenés que calcular siempre un poco de más, porque casi siempre las cosas se alargan, porque la vida se interpone. Y cuanto más largo el tiempo pensado, más problemas pueden surgir que retrasen nuestros tiempos.
Tres meses es vago; cien horas en tres meses es una medida mucho mejor; y la medida final dependerá, en gran parte, del cálculo inicial de cuántas horas creés que necesitás, y que podés poner por semana.
La calidad de la práctica
Si vas a prepararte sin un/a profesor/a, es importante asegurarte de que la práctica que hagas vaya en la línea de los resultados que buscás. Es un error muy común ver que las personas ponen horas de trabajo en prácticas que no van a darle los resultados que buscan (al menos no de la mejor manera, en el menor tiempo). A esto le siguen, muchas veces, las frustraciones: dedico muchas horas a practicar y no veo resultados.
Sería como que alguien diga que quiere bajar de peso y se ponga a hacer abdominales. Las abdominales son excelentes, pero no van a hacerte bajar de peso. Sí, es ejercicio; sí, es saludable; sí, ayuda en mil cosas; sí, hacé abdominales, ¡por supuesto!, pero no esperes que te haga bajar de peso.
Del mismo modo, si tu práctica no está perfectamente alineada con tus objetivos no va a darte los mejores resultados. Y en algunos casos directamente no va a darte ninguno.
Prestá atención, averiguá, consultá con un profesional, o escribime.
La nota requerida
Cuanto más alta sea la nota que necesites, más difícil va a ser, y menos chances tenés de conseguirla si no estás en buen estado. A medida que subís en la escala, cada punto vale más, y cuesta más.
Si bien es importante tener en cuenta cómo se califica el examen que vos vas a tomar, en general la curva de dificultad no es lineal, sino un tanto más exponencial.
En los exámenes que se califican con puntos, además, puede pasar que te pidan un mínimo de puntos, y —por supuesto— un punto más o menos decide si entrás o no. No hay mucho lugar para la especulación, hay que prepararse para aprobar seguro.
El elemento económico
Aunque no es un elemento que tenga que ver directamente, lo cierto es que para muchos de nosotros estos exámenes no son baratos. Si lo fueran, podría uno tal vez elegir rendir varias veces, podría darse el lujo de que le vaya mal y volver al rato a probar de nuevo. Pero en general no es el caso (es el caso de algunos exámenes un tanto novedosos que carecen del renombre y el prestigio de los de siempre, y por tanto he decidido obviarlos, en general, porque no me parecen muy serios o importantes).
En general no es una buena idea presentarse a rendir si uno no está preparado. Si tenés tiempo, es probable que te convenga estirar la fecha de examen, y prepararte un poco mejor. Entonces el tiempo de preparación se extiende; en tu beneficio, pero se extiende.
Y más…
Hay seguramente muchos elementos más a tener en cuenta, que pueden de una u otra manera afectar el tiempo final necesario para prepararse. Es fundamental entender que las personas son distintas, y los procesos, por tanto, también.
Es cierto que pueden encontrarse cursos de un tiempo predeterminado, y es cierto que a veces hay fechas que cumplir y hay que apurarse, pero eso no es «necesitar», eso es lo que hay, y uno se adapta. Cuánto tiempo alguien necesita prepararse para rendir, realmente es personal.
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Tomate un tiempo para evaluar la situación, planeá con tiempo, no te dejes estar, calculá siempre un poco de más, y empezá; si todo te sale bien y te sentís preparado antes de lo esperado, en el tiempo que te sobre te podés ir a comer un helado!