TL;DR
Primero asegurate que necesitás un examen internacional. Después, fijate qué te piden donde los vayas a presentar, y si tenés opciones (a veces no hay) elegí el que más se adecúe a tu perfil, o el que «más fácil te parezca», en función de tu perfil. Para eso vas a necesitar hacer un poco de investigación si no estás familiarizado con ninguno. Si no estás seguro dónde lo vas a presentar, buscá el que te sirva en más lugares, y si es posible, que se adecúe más a tu perfil académico/profesional.
Mi primera recomendación siempre es que te asegures de que necesitás un examen internacional. Hecho esto, es probable que ya hayas reducido el número de posibilidades. No siempre vas a poder elegir, porque algunas instituciones son bastante específicas con lo que requieren, pero puede ser que tengas algunas opciones.
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Algunas cosas para tener en cuenta antes de decidir:
- Dónde vas a presentarlo
En muchos casos la decisión de rendir un examen internacional obedece a la necesidad de presentarlo frente a alguien, o de certificar conocimientos en determinado lugar, con determinado objetivo. Supongamos, por ejemplo —un clásico— una universidad. Muchas veces, además de el nivel requerido (por ejemplo B2) se especifica el o los exámenes que se aceptan o recomiendan. Es un buen punto de partida si tenemos en claro dónde vamos a presentar los resultados. - Cuál es tu perfil
Algunos exámenes (por ejemplo IELTS) ofrecen distintas versiones, que si bien certifican el mismo nivel, se orientan a distintos objetivos o perfiles de candidato. No es lo mismo un perfil de trabajo que un perfil de estudio, o un perfil de negocios. - Con qué variedad de inglés estás más familiarizado
Si bien no es algo determinante, en algunos casos puede ser un elemento relevante. Algunos exámenes, como por ejemplo el TOEFL, se centran en un inglés americano, mientras que otros, por ejemplo el IELTS, lo hacen en inglés británico. Para la mayoría de la gente la diferencia no es habitualmente sustancial, pero si vos, por algún motivo, estás particularmente familiarizado (o te cuesta especialmente) con una u otra versión, es un elemento a tener en cuenta. - La reputación de quien certifica
Más allá de los nombres de los exámenes más comunes, que nos hemos acostumbrado a escuchar vez tras vez, hay muchas empresas y universidades ofreciendo certificaciones. Los nombres que conocés responden a instituciones que han ganado prestigio y reputación a lo largo de muchos años. En los últimos años han aparecido muchas versiones, pero no siempre el responsable de la certificación tiene tal prestigio. No quiere decir que no sean buenos o válidos, solamente que tal vez en algunos lugares puedan no aceptarlos o no preferirlos. - Cuál es más aceptado en los ámbitos en los que pensás utilizarlo (si no tenés elegido ya)
Si te vas a estudiar a una universidad en USA es casi seguro que te van a pedir un TOEFL; si en cambio te vas a Australia, seguramente te pidan IELTS o equivalente; para hacer un curso de negocios puede que te pidan un BEC. En cualquier caso conviene tener en cuenta a dónde vas a presentarlo, y empezar buscando en aquellos que en ese ámbito estén más aceptados. - Cuál tiene más fechas disponibles
Algunos exámenes tienen muchas fechas disponibles, y casi siempre hay vacantes; otros tienen menos fechas disponibles en el año, y algunas fechas son especialmente populares, y puede ser difícil conseguir vacante. Otros exámenes, incluso, pueden rendirse a demanda (como el Duolingo English Test). - De cuál podés conseguir más material
Cuanto más popular el examen, más fácil conseguir material (pidiendo a un amigo, comprando un libro, surfeando la web, etc.), y cuanto más específico (o nuevo) el examen, más difícil conseguir material oficial. Algunos exámenes no tienen siquiera material oficial, por lo que tenés que practicar en el sitio de la empresa, o prepararte por tu cuenta. - El período de validez
Algunos certificados expiran pasado cierto tiempo de otorgados, y estos tiempos pueden variar en cada caso (un año, dos años, etc.). Otros, si bien el saber popular indica que expiran, no lo explicitan directamente, pero sí puede ser que algunas instituciones tengan reglamentos internos sobre qué certificados aceptan por cuánto tiempo. Averiguá, y tenelo en cuenta si pensás que podés necesitarlo a futuro. - El nivel que necesitás certificar
Si bien no suele ser un asunto importante, porque la mayoría de las instituciones requieren certificaciones más o menos dentro del mismo rango, es importante saber que no todos los exámenes certifican todos los niveles. (PDF)
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En suma, fijate primero si lo necesitás, y después analizá tu situación.
Estos —y tal vez otros— puntos son importantes a la hora de decidir qué examen rendir. Si bien no siempre es posible elegir (y cuando es posible las opciones pueden ser pocas) es importante informarse y planificar para lograr los mejores resultados posibles. Un examen es una herramienta, ¡fijate bien cuál necesitás!
2 thoughts on “¿Qué examen internacional me conviene hacer?”